miércoles, 18 de mayo de 2011

HISTORIA EN LAS AULAS, ¿PARA QUÉ?

Es importante aprender la Historia porque formamos parte activa dentro de ella. No importa si deseamos participar en ella o no, siempre que existamos estaremos haciendo historia. Así también, los individuos debemos aprender historia porque nos permite conocer nuestro pasado para comprender nuestro presente puesto que la causalidad es una característica de la Historia y lo que ahora somos ha sido producto de las acciones realizadas con anterioridad. De esta manera, a mayor conciencia de lo que hemos sido y lo que somos ahora, aumentan más nuestra posibilidad de actuar para construir nuestro futuro a sabiendas de las consecuencias de nuestros actos.

Dentro de la enseñanza de la Historia podemos considerar que como docentes la hemos abordado desde diferentes perspectivas. Recordemos que de acuerdo a nuestros conceptos, así derivamos nuestro método de trabajo. Lamentablemente, otro aspecto que influye enormemente dentro de la forma de enseñanza se encuentran las actividades de carácter laboral que merma nuestro tiempo efectivo de trabajo en el grupo. De esta manera la forma de trabajar la Historia es una mezcla de las situaciones que propias y ajenas a nuestra labor docente. En la mayoría de los casos el trabajo de esta asignatura lo he desarrollado por medio de cuestionarios, narraciones, investigaciones de los alumnos, cuadros o esquemas; y en menor escala, historietas, carteles, periódico mural, línea de tiempo. Cabe señalar que estas formas de trabajo no se abordan a plenitud desde un enfoque constructivista y he dejado que en la mayoría de los casos los alumnos caigan en la simple memorización de datos o fechas o explicación verbal o escrita de algunos sucesos relevantes.

Pienso que la forma que cómo aborda la enseñanza de la Historia contiene varias similitudes con respecto a la forma en cómo aprendí por parte de mis profesores, aunque considero que en aquella época la parte memorística estaba más desarrollada en los alumnos y la labor del docente se facilitaba más porque no se encontraban tantas objeciones por parte de ellos para aprender de esta manera. Pienso que las estrategias que he empleado de manera más esporádica son las que no tendrían similitud con aquella enseñanza tradicionalista de abordar esta asignatura.

En cuanto a la utilización de estos métodos, los resultados no han sido muy alentadores: los alumnos no la encuentran agradable, no establecen formas de causalidad y simultaneidad de sucesos, no emplean una actitud crítica ante los acontecimientos históricos y lo que es peor aún, sus aprendizajes son en su mayoría a corto plazo.

Para la enseñanza de la Historia cuento con algunos materiales dentro de mi escuela: pizarrón electrónico, Enciclomedia (aunque por el momento no sirve), espacio para periódicos murales, biblioteca escolar e internet.

Pienso que me hacen falta muchas cosas para mejorar mi forma de abordar la enseñanza de la Historia: Una de ellas es aplicar el enfoque constructivista en es esta asignatura considerando los conocimientos previos de los alumnos y promover la interacción de sus saberes dentro del aula para socializar el conocimiento. Debo plantear situaciones que impliquen retos o curiosidades por aprender o resolver de una forma más funcional para que los alumnos le encuentren un mejor sentido a la importancia de conocer la Historia. Sumado a ello, debo renunciar a mi postura protagónica dentro del estudio de esta asignatura para ceder más responsabilidades a los alumnos en su aprendizaje.

Todo esto será importante porque los alumnos deben aprender la Historia no cómo una obligatoriedad dentro de la currícula, sino como una oportunidad de conocer de dónde viene y vislumbrar hacia donde puede ir con la plena conciencia de la responsabilidad que posee dentro de este proceso permanente del tiempo. Mientras más sepamos de nuestra Historia, mayores serán las ventajas para que cómo sociedad podamos conducir mejor los destinos de nuestra Nación y de manera personal, podamos ser los ciudadanos que nuestra familia y nuestra comunidad requiere.

El abordaje significativo de la Historia en nuestras aulas debe consistir entonces, en establecer relaciones entre lo que ha pasado y pasa en la actualidad, también en reconocer que aquellos acontecimientos –aunque ya pasados- los hicieron personas como nosotros que estuvieron en un determinado momento y lugar precisos para actuar de una determinada manera, pero que cada una de esas acciones por muy simples y complejas que parezcan, repercutieron en nuestro presente. La Historia nos debe llevar a una formación no sólo conceptual y procedimental sino también actitudinal.  Reconozcamos pues, que ahora a nosotros se nos ha conferido la estafeta en la historia, formamos parte del poema de la vida… ¿Cuál va a ser el verso que vamos a aportar?

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